Parque natural Fragas do Eume (PONTEDEUME, A CORUÑA)


Parque natural Fragas do Eume


En el tercer día por la mañana hicimos senderismo en el parque natural Fragas do Eume. Para llegar tuvimos que pasar por un camino lleno de casas independientes. Una vez allí aparcamos al lado del río. Nos pasamos por oficina de turismo donde nos indicaron cómo hacer la ruta.

Al principio emprendimos la caminata desde la carretera, donde nos encontrábamos gente haciendo el camino en bicicletas o corriendo. Hacia la izquierda se encontraba el río. El día estuvo fresquito, y húmedo. En el primer puente que nos encontramos decidimos cruzarlo y curiosear de otra perspectiva la ruta.




Crucé ligero al ser de los que se tambaleaban hacia los lados. Una vez al otro lado seguimos por la derecha, anduvimos con cuidado para evitar resbalo por las rocas. Nos encontramos el rio a escasos metros. Noté que descendió la temperatura, empezando a caer una fina llovizna. Continuamos la ruta entre fotos y disfrutando del paisaje. Las raíces de los árboles sobresalían, 
interrumpiendo el paso en el camino. 





El trayecto por la orilla se me hizo mas pesado debido a las rocas y al fango. Cuando dimos con el segundo puente lo cruzamos y volvimos al camino de antes, por la carretera. Nos quedaba unos tres kilómetros para terminar y así poder subir al monasterio. Llegando al fin de la ruta un cartel nos señalaba la llegada al monasterio en quinientos metros hacia la izquierda. Tuvimos que subir una pendiente construida de piedras. Llegamos alrededor de las 14:00 h y el sol se despejó, empezando a apretar el calor. Una vez arriba nos topamos con un restaurante, paramos a comer antes de visitar el monasterio de Caaveiro.  Rondando las 16:00h fuimos a ver el monasterio. se construyó en el año novecientos treinta y cuatro. En el S XVIII fue abandonado. A finales del S XIX fue restaurado por Pio García Espinosa, consiguiendo una autorización del arzobispo de Santiago de Compostela. Reconstruyó la capilla de Santa Isabel. El campanario es de estilo barroco del siglo XVIII.
Al acabar bajamos por donde subimos en busca del autobús que nos llevaba de vuelta hacia los aparcamientos de los coches.


En mi opinión. fue mas bonito y mas divertido hacer parte de la ruta por la vera del río, se podía ver y escuchar como corría el agua por la misma dirección, parecía un bosque encantado. Se tarda más debido a que hay que ir con cuidado en varios tramos. La ruta es de 11 km. Merece la pena vivir esta experiencia.

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