Este Cabo se encuentra en el concejo de Cudillero
(Asturias).
Cuando llegué a este sitio me sentí totalmente libre. Se
respiraba aire puro, corría viento fresco en pleno verano. Mientras íbamos
avanzando por el terreno de tierra y césped soplaba el viento con más
intensidad y se entremezclaba con el sonido de las olas.
En el momento que levanté la cabeza cuando terminó el camino
vi el mar infinito azulado como el cielo, frente a mí.
Pude ver y escuchar como rompían las olas en las gigantescas
y rocosas rocas.
El acantilado era enorme.
Fui avanzando por un caminito estrecho y allí observé el mar
alborotado y a ratos tranquilo. Bajé la
cabeza y pude contemplar los peces nadando en aquel agua cristalina.
Otras vistas y otra experiencia que me quedó grabada en mi mente.
Muy bien Delia. Toda la costa cantábrica está llena de estos preciosos puntos que son acantilados al mar. En Asturias, en su zona occidental destacan tres. Éste que hoy detallas es uno de ellos. Es precioso, tanto las vistas como la zona en la que está. También está el Cabo Peñas, que su antiguo faro está convertido en museo del mar, y el cabo Bustos, también con unas vistas magníficas.
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